¿Mariposas en el estómago? Así funciona el amor en tu cerebro

Dannya
hace 3 meses
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Amor = Ciencia
“El cerebro no se enamora de cualquier
persona, sino de aquellas que cubren las aspiraciones y proyecciones necesarias
para liberar dopamina.”
— Eduardo Calixto
Desde hace siglos, el amor ha sido definido
desde muchas miradas: la filosofía, la espiritualidad y, más recientemente, la
ciencia. A pesar de que por mucho tiempo se creyó que el corazón era el centro
del amor, hoy sabemos que es el cerebro el verdadero protagonista.
Cuando nos enamoramos, no es el corazón quien
decide: es el cerebro quien activa una tormenta química. Neurotransmisores como
la dopamina, la norepinefrina y la serotonina son los
responsables de esa sensación de euforia, apego, atracción… y sí, de las
famosas mariposas en el estómago.
¿Qué pasa en el cerebro cuando sentimos amor?
El doctor Eduardo Calixto González,
neurofisiólogo y divulgador de la neurociencia del amor, afirma:
En sus investigaciones, Calixto distingue
entre enamoramiento y amor. El primero es un fenómeno biológico:
una fase inicial, intensa, que activa el sistema límbico (encargado de las
emociones) y reduce la actividad de la corteza prefrontal (responsable del
juicio y la toma de decisiones). Es por eso que en esta etapa solemos actuar
sin pensar demasiado.
Durante el enamoramiento:
- Se libera dopamina y serotonina.
- Se altera el flujo sanguíneo (de ahí la sensación en el estómago).
- Se reduce el pensamiento lógico.
- Se genera una especie de “adicción” hacia la otra persona.
Por eso, el enamoramiento puede hacernos
menos racionales. Pero tranquilo, no es permanente.
¿Cuánto dura el enamoramiento?
- Si una mujer estuvo enamorada por un año, tardará tres
meses en regresar a sus niveles normales de dopamina.
- En cambio, un hombre necesitará solo 28 días.
Entonces, ¿Qué es el amor?
El amor verdadero va más allá del
enamoramiento. Es un proceso complejo, que combina factores:
- Biológicos (neurotransmisores,
hormonas),
- Psicológicos (historia personal,
vínculos),
- Sociales (cultura, valores compartidos).
Amar no es un impulso: es una decisión
sostenida que involucra al cerebro en su totalidad.