Educación y desarrollo cognitivo
concentración consejos atención

¿Por qué tu hijo no pone atención?

Dannya

hace 6 meses

Tiempo de lectura: 3 minutos

Maestra enseñando a niños

¿Qué es la atención?

La atención es un proceso cognitivo que nos permite concentrarnos frente a los estímulos que recibimos del exterior. En nuestro día a día recibimos múltiples estímulos. Por ejemplo, mientras uno va conduciendo recibe el sonido de un claxon, el cambio de semáforo, los peatones, una notificación del celular… nuestro cerebro recibe más información de la que puede procesar, por eso selecciona qué estímulo entender según su relevancia.

Existen diferentes tipos de atención. La atención focalizada es la que nos permite atender un estímulo con preferencia sobre otros. Esto permite un adecuado procesamiento de la información y, por lo tanto, una mejor disposición para aprender o ejecutar una tarea.

¿Cómo elige el cerebro que atender?

Recibiendo una gran cantidad de estímulos diarios, es necesario que nuestro cerebro, filtre la información y le dé prioridad a ciertos estímulos por encima de otros, selecciona solo una fuente de información a la vez, y lo hace según distintos factores: lo novedoso, el color, el tamaño, el movimiento, incluso el contexto emocional. Marcar un orden y dar prioridad a ciertos estímulos es una tarea fácil para un adulto, pero para un niño, que aún no desarrolla del todo sus funciones ejecutivas ni tiene estrategias de autorregulación, esta selección se vuelve todo un reto. Ahora, imaginemos a un niño recibiendo múltiples estímulos sin saber cómo jerarquizar. Imaginemos a un niño haciendo la tarea y de fondo está la televisión encendida, o alguien está viendo videos en su celular. Es muy probable que el niño esté luchando internamente entre atender la tarea o lo que escucha alrededor. El cerebro recibe más estímulos, de lo que es capaz de procesar, no es falta de atención, sino sobrecarga cognitiva.

Errores más comunes.

Demasiado tiempo.

Uno de los errores más comunes que cometemos, es prolongar demasiado una actividad si pausas activas, sobre todo cuando se trata de acciones complejas como hacer la tarea. En ocasiones pedimos a nuestro hijo que se siente a hacer la tarea, y se concentre por 40 minutos seguidos, cuando su cerebro puede rendir mucho mejor en bloques cortos, con descansos bien planeados.

Falta de motivación.

Otro elemento clave es la motivación. Cuando algo no le interesa tu hijo, o le parece muy aburrido, su nivel de atención baja drásticamente. El cerebro busca un sentido para lo que hace, por eso, si no ve un propósito o disfrute en la tarea, su atención buscará escapar hacia algo más estimulante. Aquí es donde como padres y docentes debemos conectar el aprendizaje con sus intereses, convertir las actividades en retos alcanzables y darle motivos para querer participar.

¿Qué hacer?

La distracción no es siempre un problema de voluntad, sino de desarrollo, de contexto, y estrategias. No es que tu hijo no ponga atención, es que muchas veces su entorno, la falta de estructura, la baja motivación, y el mal entendimiento de cómo funciona su cerebro, están jugando en su contra. Cuando entendamos esto, dejamos de etiquetar y empezamos a diseñar entornos, junto con estrategias que lo ayuden a enfocarse mejor.

Observa ¿Qué estímulos están presentes cuando tu hijo hace la tarea? Prueba con tiempos cortos de enfoque acompañados de descansos breves, sustituye el “¡Pon atención!” Por "vamos a organizar juntos tu espacio".

La atención se entrena, se construye con hábitos, entender esto puede marcar una gran diferencia en el desarrollo cognitivo y emocional de tus hijos.

¿En qué podemos ayudarte?
WhatsApp
¿Cómo podemos ayudarte?

¿Con qué área deseas comunicarte?