Niños viviendo en prisiones mexicanas
Luz Ariadna Canales Olvera
4,370 ppm.
El sistema penitenciario ha sido parte fundamental de la humanidad a través de la historia, dentro de la cual se puede encontrar diversos tipos de prisiones que van desde las celdas en la época medieval hasta las actuales cárceles de hoy en día.
En México, los antecedentes inmediatos al sistema carcelario o penitenciario, lo encontramos en el México prehispánico (1525), en las llamadas Las Leyes de Indias; en estas “leyes” se encuentran los primeros antecedentes de cómo eran las cárceles, el trato al delincuente por llamarlo así y de la función u objetivo de esta. Estas leyes estaban integradas por nueve libros, los cuales estaban divididos en Títulos. En el Libro VII título VI, hace mención a las Cárceles y los Carceleros.
En estas leyes existen varias características del cómo funcionaban esos lugares, dentro de las cuales unos de sus objetivos principales era el de mantener al preso dentro de las misma con el fin de solo mantenerlo recluido hasta su sentencia final, la cual casi siempre era la pena de muerte. Por lo tanto, la función primordial de las cárceles prehispánicas eran solo de mantener cautivo al detenido para que no pudiera escapar, más no el de fomentar su reinserción o readaptación a la sociedad, la cual no era su prioridad.
En 2010 se presentó en el informe de estadísticas del mes de septiembre de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que en México había una población de 223,140 internos, de los cuales el 4.57% correspondía a población femenil, siendo 10,204 las mujeres que se encontraban en reclusión. Del grupo de reclusas que corresponden al fuero común, 5% eran procesadas y 49% sentenciadas, mientras que las que se encontraban internadas por fuero federal el 40% son procesadas y el 60% sentenciadas (Adato, 2010). El 80% de las mujeres que están privadas de su libertad, fue por culpa de un hombre.
En las prisiones mexicanas hay una problemática muy importante, “los niños invisibles”, se les conoce así porque qué son los infantes que viven en las cárceles junto con sus mamás. No hay una regulación, ya que cualquier desvió de recursos destinado hacia un factor externo como son los hijos de las mujeres privadas de la libertad, se considera delito. Por eso es relevante y urgente buscar una solución para esta problemática, porque está en riesgo el desarrollo de niños y bebés que tienen afectaciones en el desarrollo de crecimiento, debido a que no salen de las instalaciones de los CERESO y se acostumbran a vivir sin los estímulos que ofrece el mundo exterior, como los animales, el cielo, el mar, etc.
Es significativo recalcar que los diferentes centros de reinserción femenil que hay en el país no cuentan con instalaciones propias para que niños habiten, además ellos se exponen a vivir situaciones de violencia como son: lenguaje no adecuado, contacto con drogas, revisiones en cateos y motines. Estas acciones pueden afectar el pensamiento; causa una inclinación de que ellos reconocen la cárcel como su hogar.
Cuando ya no es posible que sigan viviendo con sus madres que aproximadamente es a la edad de 3 años, depende del estado, ya que las leyes cambian debido a las necesidades que se requiera; la actitud y pensamiento se ven afectadas porque hacen todo lo posible por regresar a su “hogar”, y para esto, cometen actos o acciones delictivos. Estos niños se caracterizan porque sus derechos no son respetados, en algunas ocasiones ellos no son reconocidos como individuos de la sociedad ya que no poseen nombre ni apellidos, es decir, no están registrados como ciudadanos de algún estado, no cuentan con documentos de identificación, porque este servicio algunas veces se les niega a las mujeres privadas de su libertad.
El acceso a una educación inicial no está siendo recibido por los y las niñas que viven en prisión. La falta de espacios para educación y la falta de acceso a estos servicios les coloca en una situación de desventaja cuando son separados de sus mamás, esto impacta en su condición física, emocional y psicológica en la sociedad.
En el centro de reinserción social que se encuentra en Santa Martha Acatitla, CDMX. La activista y directora de la fundación REINSERTA Saskia Niño de Rivera impulsó, y como ella misma lo define, fue un “dolor de cabeza” para que poco a poco se fuera implementando instalaciones infantiles como la bebetecas, que son un tipo especial de biblioteca, destinadas a los bebés y niños de hasta seis años, donde se encuentra material didáctico para favorecer y estimular el desarrollo inicial.
Es importante denotar la presencia de abusos hacia los niños, ya sea por sus madres, reclusas o por custodias, por ello Reinserta ha buscado implementar cursos de crianza parental para aprender a lidiar con situaciones conductuales de los niños, evitando algún tipo de violencia como verbal y física Está confirmado que el 65% de las mujeres son abandonadas, en este porcentaje están incluidas las mamás que se encuentran solas, por tantas carencias que hay para criar un hijo dentro de prisión, las mamás han definido que criar se vuelve una supervivencia, pues tienen que sacar adelante a sus hijos con lo poco que tienen a su alcance.
Es necesario como sociedad darnos cuenta de las condiciones del sistema penitenciario, exigir que se respeten sus derechos, nos corresponde porque las personas privadas de la libertad siguen siendo parte de nuestra sociedad. Como solución, es importante restaurar el sistema penitenciario, tomando en cuenta las necesidades de los niños, el sistema penitenciario fue hecho por hombres para hombres, sin pensar en las mujeres y mucho menos en sus hijos, las autoridades deben asegurar que los derechos de los niños sean ejercidos y respetados.
Es urgente implementar un presupuesto que sea especialmente dirigido hacia los niños, para poder cubrir sus necesidades básicas. Por esta razón quiero hacer un llamado al Lic. Enrique Serrano Flores que funge como subsecretario del sistema penitenciario y a César Abraham Flores Sandoval que es director ejecutivo de prevención y reinserción social, cumplan la función de reinsertar para que poco a poco se vaya solucionando este gran problema. Si no se llega a una solución pronta, más niños tendrán dificultades en el desarrollo, carencias económicas y faltas a su sano esparcimiento.
BIBLIOGRAFÍAS:
-Hernández Armas, C. A. (2018). El estigma de las mujeres en reclusión en México: una mirada desde el interaccionismo simbólico. Trayectorias Humanas Transcontinentales, 3. https://doi.org/10.25965/trahs.862|http://www.doi.org/ – (S/f).
– Las niñas y niños invisibles en las cárceles de México. (s/f). Centro de Estudios Constitucionales. Recuperado el 25 de abril de 2022, de https://www.sitios.scjn.gob.mx/cec/blog-cec/las-ninas-y-ninos-invisibles-en-las-carceles-de-mexico
de Sistema Penitenciario, S. (s/f). Directorio. Subsecretaría de Sistema Penitenciario. Recuperado el 25 abril de 2022, de https://penitenciario.cdmx.gob.mx/dependencia/directorio