¿Mariposas en el estómago? Amor es = Ciencia

         “El cerebro no se enamora de cualquier persona, sino de aquellas que cubren las aspiraciones y proyecciones necesarias para liberar dopamina

Eduardo Calixto

Desde tiempo atrás el amor se ha tratado de definir a partir de diferentes perspectivas, la ciencia, la espiritualidad o la filosofía, un ejemplo claro son los millones de obras de arte donde se muestra un concepto de amor estandarizado, intentando reflejar un universo. Actualmente el amor se ha definido como un proceso que inicia y se desarrolla en el corazón; sin embargo, el amor surge en el cerebro, provocando la liberación de diferentes neurotransmisores, cómo; dopamina, norepinefrina y serotonina, esto conlleva a la siguiente pregunta, ¿Realmente qué sucede en el cerebro cuándo se experimenta la palabra amor?

“El cerebro es el órgano que se enamora y no el corazón”, ya lo mencionaba el doctor Eduardo Calixto González, investigador del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría. El especialista hace referencia en una de sus conferencias denominada “El proceso del enamoramiento y el amor en el cerebro”, la importancia de saber diferenciar entre enamoramiento y amor, debido a que el primero ocurre a un nivel biológico, mientras que el segundo es un proceso más elaborado.

El amor está compuesto por tres factores: el psicológico, el social y el biológico, siendo el último el que da pauta al primer paso del amor: el enamoramiento. ¿Cuántas veces ha escuchado la siguiente frase? “me enamore con el corazón”, frases que se encuentran fuera de la realidad y que deberían de sustituirse por “me enamoré con el cerebro”, debido a que se asocia a diversos procesos bioquímicos cerebrales que involucran, neurotransmisores, neuromoduladores y hormonas, mientras que los dos primeros se derivan a la presencia de neuronas, las hormonas son sustancias segregadas por otros órganos y tejidos.

¿Por qué sentimos mariposas en el estómago?, cuando se piensa en el principio de una relación amorosa, o bien cuando se piensa en aquella persona que  la hace sentir amor, seguramente lo relaciona con sensaciones cómo euforia, pasión, intensidad y un cosquilleo, esto sucede gracias a la liberación de dopamina y serotonina en el abdomen, dónde está disminuyendo la contractilidad del tejido muscular liso. Y realmente lo que sucede es que el flujo sanguíneo está cambiando, por eso se tiene dicha sensación. En el momento que se encuentra con su “pareja ideal” pasan diferentes procesos en su cerebro lo cual provoca diferentes reacciones, tal como el “no pensar y sólo actuar.”

Esto proviene debido a que la dopamina que se está generando es ese momento se libera lentamente en el cuerpo, generando así una activación del sistema límbico (sistema que regula las emociones), disminuyendo a su vez la actividad de la corteza prefrontal; el cual tiene control de la atención, encargada del procesamiento de acciones complejas. Es por ello que “el enamoramiento, por naturaleza biológica, disminuye la inteligencia”. Sin embargo, este proceso, no es un estado permanente, como bien lo refiere el doctor Calixto González, “estamos diseñados para que disminuya la dopamina”.

Según estudios, el enamoramiento no dura más de tres años, un dato curioso que refiere dicho doctor, es que por cada año que una mujer esté enamorada tardará tres meses en llegar a sus niveles basales de dopamina, mientras que el hombre lo logrará en sólo 28 días.

El amor no es un proceso sencillo cómo parece, el amor es un proceso que involucra diferentes factores desarrollados en el cerebro. Ama con el cerebro y no con el corazón.

Referencias

González Belén (2020) Neurobiología del amor: Enamoramiento y euforia.

Facultad de Medicina. Gaceta (2018) El amor en tiempos de la neurobiología y la perspectiva de género.

Calixto González Eduardo. Amor y desamor en el cerebro.

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