Las otras soldaderas

“Aquí hay unas pobres hijas de México deseosas de informar, de comunicar, de decir aquí estamos”

Hablar del año 1910 nos evoca a toda una generación de hombres y mujeres  que lucharon por un ideal y necesidades que estarían trasformando a aquel México y es que no olvidamos los nombres de los caudillos o inclusive los villanos de la historia, resulta sencillo mencionar fechas y frases célebres de Emiliano Zapata, Venustiano Carranza o Pancho Villa y las mujeres que se encontraban junto a ellos, a un lado, cerca o lejos pero que  finalmente ahí estaban como toda unas guerreras, convirtiéndose en soldaderas por convicción o destino, decidiendo dejar su hogar para poder  tomar el rifle y así poder conquistar la libertad.

Sin embargo, poco es el conocimiento que se tiene con respecto a las otras soldaderas, mujeres que lucharon a su manera, desde sus posibilidades e ideologías, luchando desde otro campo de batalla, teniendo solo un arma: el periodismo.

Pero antes de llegar a esas mujeres que lucharon desde su máquina de escribir, es importante mencionar que, a finales del siglo XIX, en México ya existía un grupo de mujeres que publicaban sus propios escritos, los cuáles abarcaban desde aspectos personales hasta recetas de cocina, un espacio de mujeres para mujeres, dando pauta así a periódicos como Las hijas del Anáhuac y Violetas del Anáhuac, sirviendo como motivación para que muchas otras mujeres iniciaran su experiencia en la escritura. Poco antes del periodo de la revolución mexicana ya se maneja el termino “feminismo” y durante la revolución muchos de los periódicos femeninos comenzaban a reservarse y a idealizar a la mujer en ese momento. Sin embargo; existía el otro lado de la moneda, las mujeres guerreras y con ganas de ser escuchadas, mujeres que son admirables por escribir sus propias publicaciones periodísticas.

  • Elisa Acuña Rosete- Una mujer con carácter independiente y valeroso, desde la adolescencia ya se había convertido en una luchadora constante contra el gobierno de Porfirio Díaz. En la penumbra de la prisión ella hizo amistad con Juana Gutiérrez de Mendoza, que se convirtió en su mejor amiga, y con Dolores Jiménez y Muro, que fue un ejemplo para seguir en la lucha. Así, la cárcel que podía augurarle peores tiempos y presionarla para asustarla o alejarla de los movimientos sociales más bien la motivó a enfrentar un destino lleno de osadías. Perder la libertad la convenció de lo importante que era defenderla, por eso buscó compañías que alentaran sus ideales y espacios que difundieran sus opiniones.
  • Hermila Galindo- Feminista y revolucionaria. La revista que fundó fue un espacio para difundir el otro lado de ser mujer, para criticar y tener la fuerza necesaria para poder enfrentar a la sociedad patriarcal, demostrando así que la lucha también era para las mujeres.
  • Juana Gutiérrez de Mendoza- Otra soldadera con destino rebelde. Nieta de Justo Gutiérrez, descendiente de chicanos fusilado por sus ideas y actividades liberales. Hacer pública su rebeldía de inmediato la hizo conocer el sistema represor de la época, a los 22 años fue encarcelada por primera vez. El castigo en lugar de asustarla provocó mayor compromiso de lucha. Fundó el Club Liberal Benito Juárez, en Coahuila, y un periódico que transmitiría sus ideas y críticas, el cual pronto fue reconocido como un espacio importante en la lucha contra Díaz. Fue así como al inicio del siglo XX vendió su patrimonio familiar para comprar su imprenta y dar a conocer su propia publicación periodística que decidió llamar Vésper.
  • Dolores Jiménez y Muro- A finales del siglo XIX ya practicaba el periodismo. Por lo tanto, fue una mujer que recibió la oportunidad de aprender a leer y a escribir. El poeta José Manuel Othón fue su cuñado y uno de los principales personajes que la motivó a publicar sus creaciones literarias, desde poemas hasta algunas narraciones. Fue así como publicó una gran variedad de versos, algunos de ellos quedaron plasmados en su libro Rayo de Luz. Otro hombre, Filomeno Mata, la motivó a escribir en los periódicos de la época, convirtiéndola en colaboradora de El Diario del Hogar.

Sin duda alguna, son muchas las mujeres que decidieron ir en contra de esa sociedad cruel y plasmarlo en una nota de periódico pese a las consecuencias que pudieron tener. La lucha constante contra el poder del gobierno no sólo se demuestra con armas de fuego, también se hace desde el arma del pensamiento y la palabra.

Referencias

Carballido Hernández Elvira. Las otras soldaderas. Mujeres periodistas de la Revolución Mexicana.1910- 1917

Leyva Rendón Gabriel Ulises (2020). Examinan el periodismo hecho por mujeres antes y durante la revolución mexicana.

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