El impacto de la relación objeto-mujer

Pensamos en la sección del clima, de casi cualquier programa, ¿Quién es la persona que está, bríndanos esta información?  ¿Cómo luce? Ahora bien, pensemos en uno de los videojuegos más vendidos de la historia, Grand Theft Auto, sus portadas suelen estar acompañadas de mujeres provocativas. Hablamos de plataformas, twitch, Tiktok, Instagram, en todas ellas podemos encontrar contenido donde el principal foco es el cuerpo de una mujer. 

Las representaciones del cuerpo de la mujer, que solemos ver en los medios de comunicación, streaming y redes sociales, entre otros, generalmente suelen cosificar fuertemente el cuerpo de la mujer e hipersexualizan partes del mismo, pero, ¿Cómo contribuye este tema a la sociedad? ¿Qué es cosificación e hipersexualización? 

Partiendo de la última pregunta, la hipersexualización se basa en la elevación de los atributos sexuales de una persona, por encima de otros, a este tipo de actitudes se le conoce como sexismo. El sexismo, una actitud discriminatoria, hace referencia a igualar el valor de una persona a solo su sexualidad, imponer la sexualidad cosifica a las personas, en estos casos mujeres, como lo menciona Sáez, G (2012) “La cosificación se produce cuando se separan las funciones o partes sexuales de una mujer de su persona, instrumentalizando o reduciéndose a dichas partes sexuales”

Fijar la atención del cuerpo de una mujer, en cualquier escenario, y medir la atención en función del deseo sexual que en alguien despierta, direcciona en reconocer el valor de una persona según el deseo sexual que provoque en otros. En múltiples narrativas suele ponerse a la mujer como un objeto de fascinación, de este modo se convierte en un espectáculo, en términos de consumo, se vende el cuerpo, buscando incluso que el contenido se mire un tanto erótico para poder lucrar con él, ayudando a la estandarización del cuerpo femenino.

Situando al cuerpo femenino como un objeto de consumo, que evoca incluso la idea de una mujer dispuesta a satisfacer los deseos y necesidades, contribuye a la estandarización de estándares belleza, replanteando nuevamente el valor de la mujer determinado por su belleza, juventud, y que por tanto la convierte en un objeto, objeto altamente valorado.

Estableciendo un canon de belleza, que para aquellas mujeres que no logran cumplirlo, ¿Cómo podría eso afectar sus pensamientos, sentimientos y comportamientos en el futuro? Es evidente, que la relación de las mujeres con su cuerpo, y por consiguiente autoestima, se vería afectada.

Una cuestión que afecta la mirada de las mismas mujeres que son cosificadas, debido a que la sexualización provoca un control,  algunos estudios que arrojan que hay mujeres que disfrutan el ser sexualizadas, por tanto, buscan colocarse en diversas situaciones donde aumente la probabilidad de ser cosificadas sexualmente, llamado autocosificación, como una forma de medir el poder que tiene sobre los hombres, una “subida” de autoestima engañosa, pues realmente esta sería la consecuencia de la relación entre la cosificación sexual y la autoestima. “Las personas que experimentan autocosificación, tienen baja autoestima global y baja autoestima corporal” (Strelan, Mehaffey y Tiggemann, 2003). 

La cosificación e hipersexualización en mujeres se encuentra de fondo ante ideologías que discriminan, violentan o manipulan la imagen femenina. Debido a que es un sistema que deshumaniza, es decir, reduce las capacidades de una persona, en este caso mujer, a una cosa, algo que se puede poseer, disponer, un objeto de deseo simplificando de este modo, la atracción a solo un elemento, la sexualidad.

Lo importante sería, resignificar el concepto de sexualidad, ya que una visión reducida y estereotipada, no solo produce la alteración de la relación del cuerpo con la mujer que en este artículo se habló, si no, da pautas a muchas otras situaciones donde se sexualiza a mujeres e incluso niñas, el cuerpo como objeto de consumo da forma a la violencia como la explotación, trata de mujeres y el consumo de pornografía.

Referencias

López, C. I. (2018). Análisis de la cosificación de la mujer desde una perspectiva de género. Innovare: Revista de ciencia y tecnología, 7(1), 1-19.

Sáez, G., Valor-Segura, I., & Expósito, F. (2012). ¿Empoderamiento o subyugación de la mujer? Experiencias de cosificación sexual interpersonal. Psychosocial Intervention, 21(1), 41-51

TORRES-OQUENDO, Frances; TORO-ALFONSO, José. Las Representaciones Corporales: una Propuesta de Estudio desde una Perspectiva Compleja. Eureka,  Assuncion ,  v. 9, n. 1, p. 88-97,   2012 .   Disponível em <http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2220-90262012000100010&lng=pt&nrm=iso>. acessos em  02  maio  2023

Castilla del Pino, Carlos. “La alienación de la mujer”, en Cuatro ensayos sobre la mujer, Madrid, Alianza Editorial, 1971, pp. 11-19,(LB, 340)Verdú Delgado, Ana Dolores. «El sufrimiento de la mujer objeto. Consecuencias de la cosificación sexual de las mujeres en los medios de comunicación». En Feminismo/s, 31 (junio 2018): 167-186. Dosier monográfico: Sexo y bienestar. Mujeres y diversidad, coords. Carmen Mañas Viejo y Alicia Martínez Sanz, DOI: 10.14198/fem.2018.31.08

Guillén Lorente, Carmen (2022), “El cuerpo desnudo en los escenarios de la Segunda República: liberación o cosificación de la mujer. Una aproximación a través de la obra La pipa de oro”

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